Coca ochenta golpes Vero

Hace un par de días Vero, de "El taller de Vero", nos mostró una tarta que llamaba de los ochenta golpes.
Tenía una pinta más que buena, y como ya debéis de saber las que por aquí pasáis de vez en cuando... como no, se me antojó.
Así que ayer tarde me puse a ello.

Primero mezclé el huevo, la leche y el aceite como decía Vero

Luego añadí el resto de la leche con la levadura disuelta, la harina... y aquí empezaron mis dudas.

Vero hablaba de tres tazas y media de harina, pero ¿una taza de qué tamaño?

¿Una taza de café?... pero eso sería tacita ¿no?...uhmmm, sí, pues no tengo un termino medio, porque ó tengo tacita, o tengo tazón... así que como la tacita me parecía pequeña, opté por el tazón que utilizan mis hijos para los cereales, pero sin llenarlo del todo. También es verdad que podía haber escrito a Vero para preguntar, pero en lo que Vero veía el mensaje... me respondía... y además qué hora debía de ser en Argentina...uhmmm, y además yo ya estaba metida en harina, nunca mejor dicho. Mejor seguir.

Amasé y golpeé, la verdad es que no sé si ochenta veces. Creo que perdí la cuenta, mientras contaba se me fue el santo al cielo pensando en otras cosas y cuando me di cuenta, seguía dando golpes, sin saber si iba por el golpe cincuenta y siete o por el trescientos veinticinco. Rogué para que eso de los golpes no fuera la clave del éxito.

La foto es de antes de la paliza.

Lo dejé levar un ratito

Y cuando ya me pareció que había doblado el volumen, pasé a la siguiente fase.

Aquí Vero decía que se podía rellenar de lo que uno quisiera, así que cogí una bolsita de frutas deshidratadas que había comprado para la ocasión, las maceré en un poco de brandy y las extendí por encima de la masa, junto a la mantequilla y el azúcar... estaba preparando una bomba, ya me había dado cuenta

Corté en rollitos y... había que ponerlo en un molde engrasado y azucarado... hasta aquí bien, pero con bastante fondo... uhmmm, de nuevo problema, no tenía ningún molde para el horno que se adaptara a lo que pedía Vero en su receta, y ella hacía una recomendación que para mí era imposible de cumplir... no era amiga del almacenero para que me diera la lata del dulce de batata, es más... ni siquiera sabía lo que era el dulce de batata... pero bueno, colocaditos en la fuente del horno también podría acomodar mis rollitos ¿no?

Y eso fue lo que hice

Horneé

Y ¡ta channnnn!

No se parece en nada al original que propuso Vero, gracias Vero por compartir la receta... pero está... buenísssssiiiiiiiiimoooooo.

¿Os apetece probar un trocito?