Una locura contagiosa. Presentación en sociedad.

Me quedé prendada del quit de casitas de log cabin que había hecho Merche, cuando visité su taller. Os lo contaba en esta entrada.

No podía quitármelo de la cabeza, pero a la vez me decía: -No, Dori. Imposible. No es el momento, es una locura de trabajo, tal vez más adelante.... Y mientras tanto, las telitas que emplearía para coser mi propio quilt de casitas, ya revoloteaban por mi mente. Dormía y soñaba con casitas, y mientras seguía diciéndome que no, que no, y que no... ya tenía encima de la mesa mi caja de pinturas intentando descifrar el enigma.

Carmen María, con la que algunos días comparto ratos de charlas nocturnas entre costura y costura, me escribió para decirme que aunque ella no era muy de log cabin, este quilt también le había encantado... y fue entonces cuando le respondí algo así como: -Tengo bastantes cosas pendientes, y no es el momento para hacerlo pero mira lo que he dibujado... y ella se entusiasmó y yo me entusiasmé todavía más al percibir su emoción. Jejejejeje.

Al día siguiente la tentación vino de la mano de Esperanza a quien también le había llamado la atención el quilt y me preguntaba por la posibilidad de conseguir el patrón. Le dije lo mismo que a Carmen María: -No es el momento para mí, pero por si te interesa... mira lo que tengo dibujado. Coserlo, ya será otra historia.

Intentaba cerrar el capítulo pero el proyecto me perseguía y apenas me dejaba pensar en otra cosa. Fue entonces cuando escribí a Merche para preguntarle que le parecería sí... y respiré tranquila cuando me dio sus bendiciones.

Yo seguía con mis dudas cuando Carmen María comenzó un trabajo de investigación por la red y descubrió una foto en Flickr donde se veía el quilt completo....

Y entonces volví a sacar mi caja de pinturas y comencé a pintar cuadritos que formaban casitas.

En aquel momento, el veneno del log cabin corría ya sin freno por mis venas

Hice pruebas, corregí errores y, cuando tuve claro como se montaba el puzzle...

caí con todo el equipo. Ya no había vuelta atrás.

Pensé que estaría bien probar y hacer un bloque, pero sólo uno para ver como quedaba

Bloques de 5 x 5 cm. cosidos a mano

Claro que después del primer bloque quise saber como quedaría la casita entera

Pero sin tejado no me hacía idea....

-Coso un tejadito y ya está, no hago más, me decía a mí misma.

Pero era imposible parar.

Por aquel entonces, Carmen María creo que ya estaba tan ilusionada o más que yo,  y ya le daba vueltas a la combinación de telitas que iba a utilizar, mientras calculaba número de bloques y tiempo.

No sé muy bien si yo la contagié a ella, ella me contagió a mí o nos contagiamos mutuamente, pero el caso es que sin saber como y a pesar de mis dudas iniciales, acabamos las dos sin apenas darnos cuenta, embarcadas en un trabajo compartido en la distancia.

Es un trabajo adictivo en grado superlativo

Que va creciendo bloque a bloque y cada vez te enamora más

Y por ahora esto es lo que tengo

¿A qué es una preciosidad?

 Sí, lo sé... no tengo abuela, pero es que me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

:-)))))))))))))))))))))))))))))))))))

Y ya que hemos empezado, habrá que seguir adelante

¿no os parece?

Edito:  Os pongo el enlace a la presentación de Carmen María
Blanco, rojo y gris

¡¡ Qué tengáis un buen fin de semana !!