Comenzamos el sal de Virginia
Hace unas semanas, ni siquiera sabía lo que era un sal, y ahora, ya estoy metida de pleno en dos...
El caso es que cuando vi anunciado el sal de Virginia no me lo pensé dos veces. ¡Un sal para hacer una muñeca tilda! ¡Qué bien, qué oportunidad más fantástica para aprender! Y es que me apetece aprenderlo todo. El único problema es el tiempo, necesitaría días más largos o dos vidas completas para llegar a todo lo que quisiera aprender y hacer.
Así que "pensat y fet" como dicen por aquí, y me apunté.
Hace unos días Virginia envió los patrones de la muñeca que íbamos a hacer. Yo los imprimí toda ilusionada y cuando los tuve en la mano... comenzaron primeras las dudas.
¿El tamaño al que lo imprimo será el correcto?, mira que esto de la impresora, los tamaños y los patrones, ya me la ha jugado alguna vez.
Pero parece que no soy la única a la que surgieron dudas y la respuesta de Virginia me dejó más tranquila. "La muñeca que yo quiero hacer mide tanto y tanto pero se puede hacer al tamaño que cada una quiera, el único requisito es mantener la proporción de los patrones".
-Perfecto. Vía libre. Hago la muñeca al tamaño en el que me salen impresos los patrones porque total, lo que si van a guardar es proporcionalidad, y en cualquier caso no sabría que hacer para variar o cambiar las medidas, así que mejor lo dejo como está y me pongo a ello en cuanto llegue el primer envío de instrucciones. Y me dispuse a esperar.
Perezosa mañana de domingo la de hoy después de un fantástico sábado de lectura, paseo y playa en Benicàssim, y me desayuno con la sorpresa de que comenzamos... jujuuuuuuu. Viginia nos manda el primer objetivo.
¿Dónde había guardado los patrones y las telas elegidas? En la carpeta azul Dori, esperando a que llegue el silbato anunciando la salida. ¡Ah, sí, la carpeta azul!
Y comienzo la faena, leo con cuidadado las instrucciones, copio por allí, pego por allá, coso por aquí, corto por allá, leo de nuevo las instrucciones, parece que la cosa marcha, lalaralalala, tralaralalaaaa, coso, corto, vuelvo a coser, y channnnnn. Ufff, esto no sé muy bien como... utiliza la lógica Dori. Sí, claro, tiene que ser así, no puede ser de otra manera. Sí, mira, parece que tiene forma y síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Primer objetivo conseguido.
Pero... ¿no parece un poco grande?
Me temo que sí, las proporciones las sigue, pero creo que estoy haciendo la super-tilda. ¡La muñeca gigantona!. ¡Pasen, pasen y vean el fenómeno mundial! ¡No dejen de visitarla, oiga! ¡La muñeca gigantona! ¡La auténtica, la inigualable, muñeca gigantona!
En la foto no se aprecia demasiado, pero ya veréis, ya, cuando esté montada si es grandota o no. Bueno, no importa, yo la querré igual a pesar de las imperfecciones. Al fin y al cabo es mi primera muñeca Tilda. :-)
Gracias Virginia