Sorpresa, sorpresa

Soy caprichosa, lo sé. Miro blogs, miro tiendas, miro libros y revistas, y todo se me antoja. Todo lo quiero aprender a hacer, todo lo quiero tener, todo quiero saber para qué sirve, como funciona. Me gusta aprender y me encantan los miles de artilugios que pululan por ahí en torno a este maravilloso mundo del patchwork que descubrí hace algo más de un año ya.

Hace algunos días, mirando el blog de Marta le pregunté por unos broches que cerraban unas carteritas muy monas que había hecho y que nos enseñaba en una foto. Con todos los datos, me fui en peregrinación por las tiendas de mi ciudad y nada, me miraban cual extraterrestre recién aterrizado. Ni sabían lo que pedía ni me podían decir dónde encontrarlo; los más lanzados como mucho me envíaban a un zapatero para que me pusiera un cierre similar al que yo describía.

Marta se había ofrecido a enviarme un paquete en caso de que yo no los encontrara... y en estas estábamos cuando apareció Sylvia.

No te preocupes, yo sí sé donde los venden y te envío un paquetito. Que no hombre, que no hace falta, que sí que te lo envío. Que no, que me sabe mal, que sí dame tu dirección. Pero que no te preocupes que da lo mismo. Que te he dicho que no seas pesada. Pero...  No hay peros que valgan.

Y así quedó la cosa.

:-)

Ayer llegó el cartero. No el habitual que ya hacía un par de horas que había pasado, sino otro con casco y cara de velocidad, diciéndome, le envían algo desde Málaga.

¡¡¡¡¡¡ Síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!

Ostras, pero qué caja tan grande. Pues sí que ocupan los broches estos en cuestión, pero en la foto a mí me parecía que no eran tan grandes. Mira que si he pedido... Ay, dios mío, a saber que es lo que se me ha antojado esta vez.

Nerviosa como estaba aún atiné a ir a buscar la cámara de fotos para retratar el momento y poder compartirlo con vosotras. Y... pero... ¿esto que es ? 

¡Madre mía, cuántas cosas! ¡Pero Sylvia está loca! 

¡Sylvia... Graciasssssssssssssssss!   

Consiguió dejarme con la boca abierta. No daba crédito, allí estaban los broches, pero no sólo un paquete claro, había además unas telitas preciosas, una bolsita con cintas, un par de detallitos preciosos, un encuentra tijeras, un mini acerico, un... y... una bosita roja sorpresa con, ufffff!!!!  

                            ¡¡¡¡¡¡ Qué chulada, Sylvia!!!!!!!!!!!!!!

Gracias Sylvia por todo ese montón de regalitos. Me encantan las sorpresas, y los regalos inesperados... ¿Y qué es lo que había dentro de la bolsita roja?
Sí claro, otro de mis antojos...

Pero eso... mejor os lo cuento otro día. ;-)