Este ha sido uno de los veranos más intensos de mi vida tanto personal como profesionalmente.
Terminé mi confetti aparcado durante el curso por falta de tiempo
Y también terminé el enorme quilt de Thimbleberries
Con los dos disfruté muchísimo. Creo que no hay nada que me guste más que unir trocitos de telas formando geometrías. Verlos crecer y sentir que cada una de las piezas encaja a la perfección es una sensación que me entusiasma.
Preparé monográficos para el taller.
Y me lo pasé en grande viendo crecer las baldosas flotantes en sus dos versiones
Mano a mano con
Sonia, organizamos un SAL en tiempo record y disfrutamos muchísimo con el resultado. Se apuntó muchísima gente. Se nos desbordó el correo y no sé si conseguimos atender correctamente a las más de 800 personas que decidieron acompañarnos en la aventura. Mil disculpas si alguien no recibió la respuesta esperada.
Aprendí a hacer
neceseres Trelly para enseñárselos este curso a mis chicas del taller.
Son monísimos y si estáis interesadas en uno, creo que Trelly los hace por encargo.
Experimenté con nuevos bloques
Terminé por fin mi convergencia
Jugué con las estrellas locas
Y seguí buscando nuevos diseños y patrones para proponerles a mis chichas, en el nuevo curso que está a puntito de comenzar.
Me enamoraron estos hilos y me hice un auto regalazo de fin de temporada.
Encontré patchwork en algunos de los sitios que visité
Y... con los talleres llenos, un montón de novedades en la tienda, preciosas telitas, más la última locura de Sonia..., estamos preparando ya motores para arrancar el nuevo curso.
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Sed bienvenidas, chicas.
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