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miércoles, 3 de octubre de 2012

El mundo del patch



-No puedes ni imaginarte lo que me ha pasado hoy en el tren  -Me contaba mi hijo Jorge hace unos días. -Vas a alucinar cuando te lo cuente. -Me seguía diciendo. :-)))

 
 
-¿Qué te ha pasado hijo?, -preguntaba yo impaciente por saber que le parecía tan increíble.
 
-Pues verás, -comenzó a contarme. -En el tren, he coincidido con una chica que tenía un estuche de patchwork y me he puesto a hablar con ella. Me ha dicho que se lo había hecho su madre, que le gustaba muchísmo el patch.
-Son de Zaragoza. -Me seguía diciendo Jorge.  -Les he contado que a ti también te gustaba y que tenías un blog... y fíjate lo que son las cosas, en el otro asiento también venía un comercial de telas. Se le había estropeado el coche y había decidido volver en tren.
-¿Telitas de patchworK? Pregunté yo. -No, no, de las otras telitas, pero dijo que visto lo visto, comentaría con su jefe esto del mundo del pach. Jejejeje.
-Charla que te charla, se me ha pasado volando el viaje. -Me seguía contando Jorge todo animado.
 

Y ayer cuando por la noche entré en el blog, me encontré con este comentario en la entrada anterior del blog.

2 de octubre de 2012 20:40
Suprimir

BloggerElisa dijo...
Hola Dori!

Compartí unas horas en el tren Zaragoza-Sagunto este fin de semana con tu hijo Jorge y me habló de tu blog...
Mi madre también está enganchada al patchwork así que ahora tienes una nueva seguidora en Zaragoza!
Irenmos viendo lo que publiques.

Dale un saludo a Jorge de mi parte... tanto hablar y casi nos pasamos de parada.

Elisa


Qué casualidad ¿verdad?

Pues bienvenida Elisa. Y un saludo también para tu madre.


:-))))))))))))))))))))


martes, 13 de diciembre de 2011

Y yo con mi revista como un gilipollas, madre

¿Conocéis la canción de Marieta de Javier Krahe?



Pues así, más o menos como el protagonista de la canción es como me he quedado yo esta tarde
¿Qué porqué?
Ahora os cuento, veréis...


-¿Has visto la revista de Simply Vintage? -me preguntó Sylvia Reguero hace unos días.

-Sí, la he visto en el blog de Belén de Simply patchwork y ya le he encargado una. -Respondí, inocente de mí

-Pues a mí no me han hablado muy bien de ella y no pienso comprármela. -Me dijo entonces Sylvia que por aquel entonces ya debía de estar maquinando algo.

-¿No? -Le respondí yo que acababa de morder el anzuelo en toda regla. -Pues chica, yo le eché una miradita el otro día en la web y me pareció que tenía muy buena pinta. Pero es que además ya la he encargado. No voy a escribir ahora diciendo que ya no la quiero. -Seguí diciendo yo... y ahí quedó la cosa.


Y así me quedé. Esperando a que Belén me avisara de que volvía a tener existencias de la nueva revista  para enviármela.
Hace unos días fui a la tienda de Sonia y me dijo:
-Dori, me ha llegado una nueva revista, mirala que seguro que te gusta.
-Sí, ya la conozco. Se la encargué hace unos días a Belén de Simply patchwork, pero me dijo que se le había terminado la primera hornada y que en cuanto le llegaran más revistas me avisaría para mandármela.
Y mientras le contaba esto a Sonia, iba pasando páginas al tiempo que me entusiasmaba con la nueva revista a la que tenía tantas ganas. -¿Pero quién le habría dicho a Sylvia que no merecía la pena? ¡Si estaba genial!

-Sonia, que me llevo una, le dije mientras mi cabeza ya comenzaba a elaborar un plan.
-¿Pero no me habías dicho que ya la habías encargado?
-Sí, pero es para un regalo, le respondí sin entrar en detalles.


Por supuesto no podía contar en el blog que ya la tenía... porque en ese caso seguramente Sylvia me preguntaría si me había gustado la revistita en cuestión y si quería que la sorpresa llegase a buen puerto no le iba a poder decir que sí, que me había encantado...

Mi plan era decirle a Belén en cuanto me avisara que ya tenía de nuevo las revistas en su tienda, que en lugar de enviarla rumbo a Castellón, se la mandara a Sylvia a Málaga. Yo me ocuparía de los gastos y Sylvia se quedaría de pasta de boniato que dicen por aquí y yo habría conseguido sorprenderla de nuevo...  :-)))))))    ¡Lo que daría por ver su cara cuando la recibiera sin esperarla... pensaba yo!



¡¡¡¡Pero la sorpresa me la han dado a mí !!!!
Y ahora tengo dos revistas idénticas
La que yo compré donde Sonia y otra que... 
mejor os sigo contando


Esta tarde ha llegado un mensajero con un sobre para mí
¿Qué raro? Pero si no estoy esperando nada...
Al ver el remite todavía me he quedado más extrañada...
 

¿Belén me manda ya la revista?
¿Pero si no me ha escrito para avisarme que ya la tenía?
¿Pero si todavía no se la he pagado?
¿Qué raro?

¿Raro?


Mi queridísima Sylvita quería darme una sorpresa y sin duda lo ha conseguido. Pero no sabe de qué manera.
La muy pilla, había hablado con Belén desde el minuto uno diciéndole que quería comprar dos, una para ella y otra para mí. Que en cuanto la tuviera, me la enviara a Castellón que ella se ocupaba de los gastos... y...
...aquí estoy, como el enamorado de Marieta con cara de tonta, y con dos revistas idénticas. Una para cada mano. :-))))))))))))))

Y no os podéis ni imaginar las carcajadas de Sylvia cuando la he llamado para contárselo.
Esta vez ha conseguido engañarme y de que manera.   ¡¡¡ Pero aún le gano por una !!!!
:-)))))))))))))))))

Pobre Belén y pobre Lily. De verdad chicas, mil perdones por todas estas locuras en las que os metemos aquí me amiga la malagueña y yo, y montones de gracias por seguirnos el juego.



Y ya que estamos, os enseño alguna de las cositas tan monas que tiene la revista en cuestión







Sin duda, un regalo con anécdota para recordar

Bueno, he de deciros que Sonia ya me ha dicho que no me preocupe que le puedo devolver la que le compré a ella y yo se lo agradezco un montón... pero estoy pensando que... sí, creo que puede ser una buena idea sí... uhhmmmmm, tengo que madurar esto... parece interesante.

Mejor os lo cuento otro día.
:-)))))))))))

viernes, 14 de enero de 2011

En dique seco

Estaba yo en pleno proceso de acolchado de mi colcha kokeshi cuando...

...la aguja me ha atravesado el dedo. Ha entrado por la uña y se ha partido. Menos mal que la punta que se había quedado dentro pero de la que se veía la punta, la he conseguido sacar con unas pinzas de depilar por el otro lado del dedo.
Parezco ET
:-))))))
Al menos ha sido un dedo de la mano izquierda, pero aún así, me temo que tendré que estar unos díitas de parón forzoso. ¡Ah! Y por suerte no se ha manchado nada de sangre.
Menos mal que hace un tiempo fantástico, creo que aprovecharé para dar paseos junto al mar que es algo que me encanta.
:-))))))))))))))

Buen finde a todas

martes, 11 de enero de 2011

A veces suceden cosas...

... supongo que son casualidades que dan un toque mágico a la vida, te dibujan una sonrisa en los labios, y dejan un bonita anécdota para guardar entre tus recuerdos.
Y cuando piensas en como ha sucedido todo te dices a ti misma, es prácticamente imposible, no puede ser...

Veréis

¿Recordáis la preciosa cajita de lata que me trajo Papá Noel llena de telitas?

Cuando me preguntasteis por ella os conté que era una caja de gallegas y que la vendían en Carrefour, fue entonces cuando Paqui, me dejó un comentario diciendo que ella también la tenía, que había publicado fotos en su blog junto a otras cajitas de lata que también había comprado y que me pasara a verlas.
Acepté su invitación y me fui a mirar las cajitas de las que me hablaba. Allí estaba una como la que yo tenía, y otra parecida en azul, y le dejé un comentario en algún lugar donde decía que eran una preciosidad y que además el azul era mi color favorito. Y eso fue todo, o por lo menos eso es lo que yo pensaba en aquel momento, porque al poco rato Paqui me escribió diciendo que iría a mirar al Carrefour a ver si había cajitas azules y que me mandaría una. Yo le respondí que no se molestara, que ya iría yo a mirar a ver si la encontraba y... eso hice, pero no quedaban cajitas, estaban agotadas me dijeron. Y me olvidé de la cajita azul.

Días después, Paqui volvió a escribirme para decirme que había buscado la cajita azul y que no había podido encontrarla, que estaba agotada, pero que le diera mi dirección porque quería mandarme la suya.
¡Pero no, hombre! ¡Cómo me vas a mandar tu cajita! ¡Qué no, qué no!  Qué sí, que me des tu dirección...
Pero que no, que me sabe fatal que te quedes tú sin cajita... bueno, tú dame la dire y ya veré que hago...
Así que sin saber como negarme sin que pareciera una descortesía, terminé dándole mi dirección a Paqui y pasaron los días...

Cuando llegó el día del sorteo, (esto ya os lo conté), pensé que sería una buena idea meter todos los números en mi preciosa cajita de lata, 
 

Pero cuando saqué el número...



Y comprobé que entre tantos como había, le había tocado a Paqui... no me lo podía creer

Yo ni siquiera sabía si ella al final me había mandado su cajita, pero sí, me confirmó que hacía días que estaba en camino y... 
¡¡¡¡Mirad lo que me ha traído el cartero!!!!

Una mágica cajita azul que viene desde Arroyo de la Miel...

Con unas preciosas telitas navideñas que utilizaré sin duda dentro de unos meses

Y una preciosa carta, que pienso guardar con todo el cariño y releer en momentos bajos... :-))))))
Montones de gracias Paqui, por la magia
:-))))))
Tu detalle y todo lo que ha sucedido a su alrededor, han puesto un broche mágico a estas Navidades
Gracias


Pero sabed que aquí no termina la cosa
Cuando he escrito a Paqui para decirle que ya había recibido su regalo, me ha escrito esto

Quien sea , no ha querido que me quede sin mi cajita azul...
El Sábado fue mi marido a Málaga a hacer unas compras junto con mi hijo y cual fue mi sorpresa cuando me llama y me dice que al final del Carrefour, junto a las botellas se encontraba una especie de mesa redonda con unas latas Navideñas igual a la que buscamos y no encontramos.
Luego me contó que sólo habían tres iguales, azules . No sé como estaban allí, pero estaban.
Así que me trajo una.
yo alucino !!!!!.

Y ahora decidme, ¿es mágica o no es mágica la Navidad?
:-)))))))))))))))))))))))))))))))))

jueves, 29 de julio de 2010

Cosas que pasan

El otro día, cuando os conté mi descubrimiento del Pilot Frixion, y que ya muchas conocíais, fui leyendo con interés cada uno de los comentarios que ibais poniendo, agradezco infinito cada uno de los comentarios que dejáis en el blog, supongo que a todos nos pasa pero es que me encanta recibir vuestras visitas, vuestros saludos, vuestros comentarios, vuestras propuestas, vuestras ideas..., pero hubo un comentario en particular, el que escribió Xusa , que me llamó especialmente la atención... algo así como que si metías la tela en el congelador, las marcas volvían a aparecer.
Y no pude evitar sonreír.     :-))))))

Me hizo un montón de gracia el comentario de Xusa, y pensé dos cosas... ¿y quién va a meter la tela en el congelador? ¿y a quién se le habrá ocurrido meter la tela en el congelador para descubrirlo?  y así quedó la cosa.
Y luego Mila, un ratito después volvió a confirmar en su comentario la historia del congelador... ¡Qué curioso! 

Esta mañana, preparé el dibujo para mi bordadito del neceser del Sal de Pilarín. Ya lo tenía elegido como os comenté ayer, así que utilizando la técnica de pulso-cristal-ventana, lo copié en la tela utilizando mi súper boli pilot mágico con el que estoy más que encantada, y cuando ya lo tuve plasmado en la tela y me dispuse a empezar a coser... me di cuenta de que no había pegado detrás el estabilizador (el estabilizador, es una entretela muy, muy finita, parece un velo, que descubrí hace unos días de la mano de Pepi, de mi Casita de Patch cuando compré el BOM My Garden. La entretela se pega detrás, la tela adquiere un poco más de cuerpo y se borda mejor)... así que corté un trozo de estabilizador, el tamaño adecuado para el bordado y lo pegué por detrás con la plancha. Perfecto, ahora sí que podía ponerme a coser... pero... pero... ¡Cómo era posible!
La tela estaba en blanco, el dibujo había desaparecido por completo... involuntariamente lo había borrado. Al aplicar el calor de la plancha para fijar la entretela, sin darme cuenta había borrado cualquier rastro de bolígrafo mágico.
Y entonces recordé ese comentario que decía que...  y ahí me veis, con la telita puesta sobre la bolsa de guisantes en el congelador y rezando para que fuera cierto lo que Xusa y Mila habían escrito.

                                            :-))))))))))))))))))))))))))
                                    ¿Adivináis cuál fue el resultado?

Teníais que haber escuchado las carcajadas de mi familia cuando durante la comida, les contaba la historia del congelador descubridor de marcas invisibles.


Moraleja: Cualquier consejo por raro que parezca... te puede servir en algún momento.

viernes, 23 de julio de 2010

Una recomendación de lectura y de nuevo mi camiseta de ñ

Acabo de terminar de leerlo. Me ha tenido totalmente absorbida durante unos cuantos días y os puedo asegurar que me ha encantado de principio a fin. Ha sido el típico libro que te atrapa en la primera hoja y que no te gustaría que se acabara nunca...  


Os lo recomiendo sin ninguna duda

Y también quería enseñaros como quedó mi camiseta de "Ñ" terminada con el festón. La estrené la noche de la final del futbol, se me ocurrió que era lo más español que tenía para ponerme.

Esa noche la pasamos en Roma. Los chicos, (mi marido y mi hijo), habían decidido quedarse viendo el futbol en el hotel, (¡qué tontos!). Mi hija y yo lo tuvimos claro desde el principio y no quisimos desaprovechar ni un minuto del viaje, así que allí les dejamos a los dos, enfundados en sus camisetas rojas llevadas para la ocasión y nosotras nos marchamos al encuentro con la noche romana pensando que ya nos enteraríamos del resultado a la vuelta, pero convencidas de que en aquellos momentos, el futbol no era lo más importante.

En el centro de Roma, había un montón de terracitas con pantallas de televisión y todo el mundo estaba viendo el partido... aquella noche Tatiana y yo, rodeadas de plazas, fuentes, columnas y piedras majestuosas, terminamos yendo de terraza en terraza preguntando a todo el mundo como iban y cuanto quedaba... del gol nos enteramos por el montón de gritos atronadores que inundó Plaza Navona en un instante. Y cuando terminó el partido... allí estábamos las dos, celebrándolo, saltando y gritando al lado de un montón de gente desconocida que inundaron en un instante la plaza de cánticos y banderas.
La noche fue mágica y yo, me emanoré perdidamente de Roma y su fascinante caos para siempre.

Creo que aunque no lo confiesen, los chicos, al final se arrepintieron de no haber venido con nosotras.

He escaneado la ñ, por si a alguien le apetece y se anima, pero no sé como se pasa de jpg a pdf, así que no tengo ni idea de como será el tamaño que resulte. De todas formas, la hice con el word art y no tiene mayor dificultad.


domingo, 9 de mayo de 2010

Los inicios de Lydia en el mundo bloguero

Mirad, que comentario más bonito me acaba de dejar Lydia en la entrada de la empanada Sylvia.


aidyltala dijo...

Hola Dori!
Soy Lydia, acabo de leer tu entrada y ha sido la chispa para hacerme un blog.
De momento sólo tengo una presentación, en breve pondré más cosas, aunque tendré que esperar a mi hija...
Muchas gracias por animarme

Lydia, se apuntó al sal de la bolsa ecológica, pero todavía no tenía blog. Cuando terminó de hacerla, mandó las fotos de su bolsa y las puse junto a las demás, esperando que llegara el momento de que se decidiera a hacerse un blog.
Os pongo aquí las fotos de su bolsa



jejejeje, al final también va a ser Sylvia la culpable indirecta de la entrada de Lydia al mundo bloguero.
;-)

¡Bienvenida Lydia!

Empanada Sylvia y una bonita casualidad


- ¿Qué le estás poniendo a la empanada, mami?
- Dátiles y canela. Es una receta de Sylvia, la vi en su blog. Me ha dicho que está muy buena.
- Todo lo que estás aprendiendo con eso del blog ¿verdad?

Sí, sin duda. Todavía no llega a dos meses y este mundo para mí desconocido hace apenas nada, se va infiltrando casi sin sentirlo en mi vida.

Conté a grandes rasgos, en una de mis primeras entradas de mi blog, como fue el que me animara a entrar en este mundo bloguero. Sabía que existían los blogs, seguía habitualmente el de Georgina, pero nunca me había planteado tener uno propio. No soy persona de muchos amigos, y tejer un mundo de relaciones virtuales en torno a mi pasión por el patchwork se me hacía un tanto cuesta arriba.

El caso es que andaba yo un día buscando información para aprender como se hacía la aplicación con papel termoadhesivo de doble cara, cuando en google (¿qué se hacía cuando no existía google?), apareció un tutorial muy detallado sobre el tema. Imprimí la información, pero me picó la curiosidad. En aquel tutorial, se hablaba del sampler de Esperanza, y allí que me fui, a cotillear que era aquello, y no me preguntéis porqué, pero desde el primer momento, quise participar.
No había requisitos, podías empezar cuando quisieras. Hacías un bloque, lo publicabas en tu blog si lo tenías y le envíabas la foto o el enlace a Esperanza... pero yo no tenía blog.
Sí, ya sé, no era necesario, pero también decía Esperanza por algún lado que ya era hora de hacerse un blog. Y yo, que hasta ese momento nunca me había planteado el tema de tener uno, porque para qué, qué iba a escribir en él, quién me iba a leer... esa misma noche me puse a investigar como hacer uno.

Impaciencia, mi santa cruz esa que me acompaña allá por donde voy, me urgía, me picaba, me apremiaba. Daba igual el nombre, daba igual el formato, el diseño, daba igual todo, pero tenía que ser ya. :-)

Así que hice mi blog, y lo fui configurando poco a poco hasta que tras algunos cambios lo fui dejando a mi gusto, y al mismo tiempo comencé a hacer los bloques del sampler de Esperanza.
En mis entradas, iba poniendo algunas de las cosas que durante el año que llevaba haciendo patchwork había ido cosiendo,  una receta de una coca, que casi nadie leyó, algunas fotos de la playa de mi ciudad... y el resultado siempre era el mismo, escasos o ningún comentario a mis escritos. Pero no me desanimaba, no conocía a nadie en este mundo y cada nuevo comentario o cada nuevo seguidor era celebrado en casa como un tanto marcado por el equipo favorito.

No sé cuando conocí a Sylvia, curiosamente, creo que fueron sus torrijas lo primero que me llamó la atención. E incapaz de vencer la tentación, por supuesto que las hice. Me acostumbre a visitar su blog. Me resulta acogedor y cálido. Como de andar por casa en zapatillas. Y tampoco sé muy bien cuando, Sylvia comenzó a visitar el mío. Yo te visito, tú me visitas, así funciona la cosa, y esto para mí se ha convertido en una costumbre cotidiana. Esta mujer entrañable tiene un algo especial y a mí me ha calado hondo. Creo que si viviera más cerca, hace días que habría ido a conocerla en persona. Apenas la conozco y ya podría afirmar que a Sylvia le tengo un cariño especial.

Hace un par de días sucedió algo curioso:
Había estado hablando con Sylvia de lo adictivo del patchwork, cuando me preguntó si conocía a Marta; me explicó que es vecina de su padre, y que este verano en unos días que Marta pasó por Málaga vio a Sylvia hacer unas aplicaciones y se quedó enganchada definitivamente al patchwork, y que incluso se había animado a hacer un tutorial para el sampler de Esperanza.

Cuando terminé de hablar con Sylvia, me fui a cotillear el blog de Marta, y ¡sorpresa! resultó que el tutorial que había preparado, era aquel de la aplicación que me lanzó a mí al mundo bloguero.  ¡No me lo podía creer!

Con toda esta locura de blogs en las que me fui metiendo poco a poco, ni se me había ocurrido nunca buscar a la autora del tutorial que fue el detonante, y ahora de la forma más simple, estaba allí, era Marta... que si el verano anterior no hubiera aprendido de Sylvia...

Esta el la forma en la que me enteré que gracias a un cúmulo de causalidades que se fueron sucediendo en el tiempo, Sylvia, la gran Sylvia,  es la responsable indirecta de que yo esté hoy aquí, escribiendo un blog.
Gracias Esperanza, gracias Marta

Gracias Sylvia

Y encima, la empanada está... buenísima. Os la recomiendo sin ninguna duda. No dejéis de pasar a conocer la receta en el blog de Sylvia. Lo espectacular... que lleva dátiles y canela. Buena no, buenísima. La incluyo en mi cuaderno de recetas, y en la próxima reunión del G9 que toque en casa... (El G9 es una cena de amigos que hacemos cada mes o mes y medio en las diferentes casas por riguroso turno, en la que disfrutamos de una buena cena, y durante la sobremesa arreglamos un poco el mundo ;-)
Sé que ninguno de ellos lee mi blog, jejejeje, de hecho, excepto Rafa (ni siquiera saben que lo tengo, ;-) así que no me importa contar que en nuestro próximo menú del G9 habrá Salmorejo y Empanada Sylvia.
Bon apetit!

lunes, 19 de abril de 2010

Tener problemas con las medidas comienza a ser un clásico en mi vida

Lo que me sucede a mí con las medidas comienza a ser preocupante.
Después de "Tilda Gigantona" y " La geisa chiquitita", asistimos al estreno de "Esto no hay quien lo entienda o al patchwork le afecta lo que comes"

Os cuento lo que me ha pasado y juzgáis vosotras mismas.
Veréis:
Me dispongo a hacer el neceser que nos ha propuesto Belén. Instrucciones impresas al lado, todo preparado.
Cortar y coser las tiras según lo indicado. Doce tiras por cada lado. Perfecto.
Corto todas las tiras, las divido en dos montones de doce y me dispongo a coserlas. Fácil ¿no?

Pues no, no era tan fácil como parecía. Coso doce, voy a coser la tira de la tela lisa de arriba y ¿qué me encuentro? Os pongo foto y lo veréis clarito
 
                 
Estaba claro, me sobraba una tira. Pues habrás medido mal Dori, me digo. Siempre tienes que tener algún problema incluso cuando todo parecía tan facilito. Bueno, pero no importa, ¿ves? Le quitamos una tira, y oye, tu neceser será de once tiras en lugar de las doce de las demás, que no vas a ser como todas, que hay que ser original guapita. Jejejeje.

Bueno, pues pensaréis que tampoco era para tanto esta historia mía ¿no?
Pero es que no acaba ahí la cosa, ojalá sólo hubiera sido eso.

Muy lista yo, me digo: "Pues ahora Dori, ya no hace falta que cosas doce. Cose once tiras directamente y arreglado".
Si es que una cuando se lo propone es capaz de pensar con inteligencia y todo, así que dicho y hecho, me dispongo a coser mis once tiritas y... mejor os pongo foto de nuevo

                            
Yo no daba crédito ¿pero cómo es posible? No es que faltara una,no, que sería lo establecido. Doce tiras como todo el mundo... ¡Es que faltaban dos!
Así que me he dicho, bueno Dori, pues cose las dos que tienes. La que quitaste del otro y la que no pensabas poner en este, y claro lo que me ha salido al final es esto.

                                     
Sí, si contad si queréis que no es un efecto óptico. En una hay once tiritas y en la otra trece.
¿Que qué ha cambiado entre las dos? Pues la única diferencia es que una la cosí antes de comer y la otra después de comer una ensalada, una berenjena rellena de carne y una naranja.

Así que si la jefa me acepta barco como animal acuático tendré un original neceser con diferente número de tiritas en cada lado, y si me dice que no, que me apañe y que haga las cosas como dios manda, pues tendré que volver a intentarlo a ver si tengo suerte, se vuelve a repetir la jugada y tengo para hacer dos neceseres. Uno de once tiras, y otro de trece.

Aunque no sé, no sé porque... se terminaron las berenjenas ;-)
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